La explotación, transformación y comercialización del corcho dio lugar a la actividad manufacturera más importando de las comarcas gerundenses en los siglos XIX y primera mitad del XX, y su influencia en los territorios en los cuales se implantó ha llegado hasta nuestros días. La actividad corchera ha dejado como herencia un sector forestal de gran riqueza ambiental, que plantea retos importantes de gestión silvícola y paisajística, y de mantenimiento de servicios ecosistémicos. También ha legado un importante patrimonio material (incluyendo un paisaje y un urbanismo modelados por la actividad corchera) e inmaterial (desde la cultura y la etnografía a la gastronomía) a preservar y valorizar. El sector tiene que hacer frente hoy a problemas como el cambio climático, la aparición de plagas o la competencia de sustitutivos sintéticos en la industria, pero también puede aprovechar nuevas oportunidades ofrecidas por la tecnología.
La Cátedra pretende convertirse en una plataforma de estudio, proyección exterior y difusión de la actividad corchera y su historia, así como de su riqueza ambiental, patrimonial, social, económica y cultural.