En esta línea se despliega el vínculo y la corresponsabilización con la propiedad forestal, las oficinas comarcales, los órganos gestores de espacios naturales, los entes locales y las empresas, tejiendo sinergias entre todas las partes y con el territorio como hilo conductor.
Se concibe el territorio como mosaico agrosilvopastoral, promoviendo la diversidad del paisaje como dimensión integradora y aglutinadora del conjunto de valores del medio rural, incluidos también aquellos más intangibles como los históricos, culturales, estéticos, y espirituales.
Gracias a la puesta en marcha de las distintas herramientas de valorización de los bosques, especialmente de aquellos más maduros, se canalizan recursos del sector secundario y terciario hacia el primario, reforzando así notoriamente la tan necesaria inversión para la mejora forestal, la prevención de incendios y la resiliencia de los bosques.
La Cátedra se centrará especialmente en la necesidad de encontrar un equilibrio y una armonía entre los diferentes usos y recursos que integran el mosaico agrosilvopastoral. Se quiere captar la mejor metodología a la hora de gestionar el tejido forestal, de acuerdo con la vocación más adecuada de cada sector, aun maximizando la resiliencia ante la crisis climática, tanto para la mejora de la productividad y la prevención de incendios forestales, como para la preservación de la biodiversidad. A tal efecto, creará mesas de debate y de contraste técnico.
Toda esta armonización de los usos de los espacios forestales, conjuntamente con la valorización y proyección de sus valores intangibles, tendrá que ayudar a reforzar la configuración de un futuro crédito ecosistémico, que tendrá que integrar los diferentes servicios que se trabajan desde las tres ramas que se exponen a continuación.