Hasta la entrada en vigor de la norma resultante de un pacto de estado por la educación, la prueba de evaluación de bachillerato no es un requisito para obtener el título de bachillerato, sin embargo sí que es un requisito para acceder a las universidades.
La prueba se organiza en tribunales . Todos los tribunales están formados por un/a presidente/a y profesores vigilantes y/o correctores/as. Hay diferentes tipos de tribunales, en los cuales se examinan los estudiantes asignados en función del centro de secundaria, o bien si aspiran a mejorar nota. Se tiene en cuenta el alumnado con necesidades educativas especiales, TDA/TDAH u otros trastornos de aprendizaje y otras incidencias.
Una vez superada la prueba de evaluación de bachillerato, puede mejorarse la nota presentándose de nuevo a la prueba en convocatorias posteriores.